Finaliza el partido Junior Vs Alianza Petrolera en el Metropolitano de Barranquilla, el equipo currambero se impuso 2-0 con goles de Miguel Borja y Carmelo Valencia, y se coloca como líder del torneo colombiano con 12 puntos de 15 posibles, luego de un partido difícil y enredado, donde solo hasta el minuto 72 pudo irse arriba en el marcador, y luego en las postrimerías alcanzó el tanto de la tranquilidad para asegurar la victoria, y acabar con el sufrimiento, un sentimiento ya clásico en Junior y al que la hinchada parece haberse acostumbrado, por que si no es sufriendo.... la completaste en tu mente cierto?.
Aclaramos que siempre será bueno que el equipo vaya de líder en el campeonato local, Junior siempre debe competir y estar en los lugares altos de la tabla, es un lugar que por historia debe ocupar en el rentado nacional, pero cabe la pregunta ¿será esta la medida para evaluar la nómina confeccionada por las directivas?. Recordemos que en el equipo coinciden dos Reyes de America, además del arquero más ganador en la historia rojiblanca, refuerzos como Fabian Sambueza, y jóvenes que despuntan como Gabriel Fuentes y Fabian Angel, convocados para los micro ciclos de la selección Colombia de mayores próximos a desarrollarse en Barranquilla.
Sabemos de sobra que el equipo viene de su mejor ciclo en la historia, donde jugó tres finales de liga de manera consecutiva, y es el actual campeón de Súper Liga al haber derrotado en la final al America en Cali, pero otro ha sido el cantar en las apariciones continentales. Sendas eliminaciones de la Copa Libertadores, y una última eliminación en cuartos de final de la Copa Sudamericana ante un muy pobre Coquimbo Chileno, ha sido el saldo de Junior en el continente desde el 2018.
Esta situación nos ha llevado a reflexionar sobre como a comienzos de milenio, Junior animaba el torneo nacional donde los campeonatos eran esquivos, pero competía de tú a tú en el continente contra equipos como Velez Sarfield, Rosario Central, San Lorenzo, o hasta los encopetados River Plate y Boca Juniors, con una nómina que a priori se considera inferior a la nómina actual, pero que lograba pasar tranquila la fase de grupos haciendo respetar con categoría su casa y además jugando un fútbol vistoso.
Y es que junior para el torneo local tiene una nomina sobredimensionada, superior al 95% de los equipos que participan en nuestra liga, y muestra que con poco se puede clasificar a las fases finales y que jugando con un extra de esfuerzo puede salir campeón, ya nos pasó en el 2019 alcanzando la novena Estrella ante pasto luego de un torneo muy irregular, y si no es por un VAR anómalo también hubiese podido llegar a la final del 2020.
Pero, ¿Que pasaba antes que el equipo si podía enfrentarse ante los grandes del continente y plantarles cara para derrotarlos, mientras que ahora enfrentarnos contra un Boca, Palmeiras o Flamengo es una derrota segura con paseo a bordo? ¿Será que él hambre de victoria era distinta, o el pundonor era otro? ¿Por que un equipo como Coquimbo, tan limitado y con tan poco nos elimina de un torneo internacional?
Por una parte tenemos una liga en franca decadencia, el fútbol colombiano ha bajado su nivel en su torneo local, como prueba tenemos la poca participación de jugadores locales en la selección Colombia y la paupérrima presentación de los equipos Colombianos en torneos internacionales desde el año 2017, donde ningún equipo ha logrado avanzar de la fase de grupos de Copa Libertadores y paradójicamente ha sido Junior el que más ha logrado mantenerse con vida en los torneos, siendo la copa Sudamericana donde mejores resultados ha obtenido.
Por otra lado tenemos una hinchada y prensa que se ha “conformado” de alguna manera con los títulos locales, y es es cierto que la octava Estrella del equipo fue esquiva, pero ¿nos podemos contentar con ganarle apurados a equipos completamente inferiores a Junior como lo son la mayoría de los equipos del rentado nacional? O se debe sufrir tanto cada vez que un equipo decide esperarlo en su terreno de juego? Seamos sinceros, Junior de acuerdo a la calidad de su nomina debe ganarle sin muchos problemas a la mayoría de equipos del FPC, y si, hace los puntos suficientes para clasificar y pelear hasta las fases finales, pero los partidos son más sufridos de lo que deberían ser, y nótese que no se está hablando de hacer 50 tacos, dos goles de chilena, o una posesión del 70% del balón, sino de ganar con tranquilidad y con suficiencia ante rivales inferiores.
Finalmente tenemos la conformidad del DT y jugadores, que ante los resultados locales, y con goles ante Jaguares, asistencias ante el Huila, o ganándole a Patriotas, creen que justifican su labor y sueldo, ocultando las carencias del equipo en un torneo tan mediocre como el nuestro, carencias que luego ante los equipos del continente quedan completamente expuestas y sucede lo que ha venido sucediendo en años pasados en las competencias internacionales.
Entonces podemos confiarnos en el funcionamiento del equipo por ser los líderes actuales de la Liga? Claramente no, ojalá que el puesto en la tabla no se convierta nuevamente en un espejismo con el que se llena un tanque muy pequeño de complacencia de jugadores, hinchada y prensa. Actualmente una pobre liga Colombiana no debe ser el indicador del equipo, es hora de exigir y aspirar por más, es momento de volver a competir en el continente, de poder hacerles frente a equipos argentinos y brasileros, y el momento de corregir y mejorar es en la Liga, pero mientras se mantenga el conformismo que impera en todas las partes al saberse líderes o clasificados dentro de los 8, seguiremos pasando sin pena ni gloria en los torneos internacionales. Pronto tendremos una nueva fase clasificatoria de Libertadores y sería desastroso no solo no avanzar y llegar a la fase de grupos, sino nuevamente caer eliminados en el inicio real del torneo, Amaranto y jugadores esta vez ya no tienen excusas.
