Barranquilla despertó felíz
este viernes, el culpable no es otro más que Junior. Algo tiene la cancha del
Gigante de La Ciudadela, que el equipo de Comesaña se transforma cuando
juega allí. Y es que en su segundo partido como local, repitió el 3-0
conseguido en el debut liguero, está vez frente al América de Cali, equipo que
según la prensa del interior, era la sensación del arranque del campeonato.
El trabajo de ensamble del
Junior 2017 continúa su camino, y en la búsqueda del funcionamiento ideal, el
DT decidió dar ingreso a Leiner Escalante sobre James Sánchez, que en partidos
pasados, mostró que no se siente cómodo jugando por un costado; Gran acierto
del entrenador, que permitió mejorar el andamiaje del equipo para ver un
Junior más vistoso y con más vocación ofensiva, como nos gusta verlo a los
Junioristas jugando de local.
En sala de máquinas el trabajo
se le asignó a un Leonardo Pico incansable, y a un Sebastián Hernandez que
manejó perfectamente los hilos en la salida del equipo, el jugador
antioqueño cada día con su futbol se gana a una hinchada que no le reconocía
anteriormente las ganas y sacrificio que desplegaba en cancha.
El común denominador en los
anteriores partidos había sido la fragilidad defensiva. Ante Equidad y Jaguares
por Liga, y ante el Cali por Copa Sudamericana, al equipo rojiblanco le
generaron demasiadas opciones; Esta vez ante el América la historia fue diferente, y es que el mayor síntoma de mejora se vio precisamente en una
defensa que fue sólida, con unos centrales que fueron impasables para los
delanteros escarlatas, un Marlon Piedrahita seguro y con mucha proyección en
ataque por su banda, y un German Gutiérrez con derroche de ganas, correcto
defensivamente, aunque en ataque sigue siendo poco su aporte por banda
izquierda.
En ataque Junior fue brillante.
En su segundo partido juntos se vio mayor armonía entre los movimientos de Teofilo
y Ovelar, alternando por momentos sus posiciones sin ocuparse los mismos
espacios, entre bomberos no se pisaron las mangueras. Escalante estuvo siempre
dispuesto a mostrarse como alternativa para quien tuviera el balón por el lado
izquierdo, y además siempre estuvo dispuesto a colaborar en marca con German Gutierrez. Chará, la figura del encuentro, fue una pesadilla para la defensa
americana, que nunca pudo contenerlo, el fichaje más costoso del futbol
colombiano supo manejar los tiempos en ataque, y fue el principal artífice para
que los diablos rojos se llevaran una fiesta de gambetas y goles en la tarde
noche Barranquillera.
Respecto al equipo del debut en
Liga, se han realizado varios cambios. En defensa Rafael Perez ingresó por Deivy Balanta y Marlon Piedrahita por
David Murillo, en el tridente de ataque Roberto Ovelar por Leiner Escalante, y
en el medio campo el soledeño Escalante en la posición que James Sanchez había
tomado por el costado; Lo anterior, junto con algunos cambios posicionales, han
ido ayudando a que las piezas del rompecabezas vayan encajando. Aún fuera
del equipo siguen estando refuerzos de lujo como Cantillo, Mier y Arias, quienes cuando lo decida el entrenador se irán sumando e iran ganando minutos en el equipo, la seguidilla de partidos que se aproximan puede ser una buena oportunidad para empezar a probar estos jugadores e incluso algunos mas.
Sabemos que la alegría en
Barranquilla se desborda luego de un triunfo categórico como el de anoche, sin
embargo hay que recordar que Junior sigue siendo un equipo en construcción. Así
como en los partidos pasados se criticó y se pedía tiempo y trabajo para que el
equipo se entendiera mejor en cancha, hoy también hay que hacer un llamado a la
mesura para recordar que el proceso de acople aún continúa. Los jugadores y el
Dt saben que van por buen camino, el reto es lograr continuidad de juego para
repetir estas presentaciones en terreno visitante. En resumen este Junior nos
sigue ilusionando, pero vamos paso a paso.
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