Junior cayó por un gol frente a un pírrico San Lorenzo en Buenos Aires y complica su clasificación a la siguiente fase de la Copa Libertadores. Parece una broma lo acontecido, nuevamente fallando en las citas importantes por errores infantiles de los jugadores.
Esta vez fue Gabriel Fuentes, quien rememorando a German Gutiérrez frente a Palmeiras en la edición de la Libertadores 2017, o al reciente Teófilo Gutierrez de hace una semana en el debut de la Copa frente al mismo Palmeiras, dejó al equipo tiburón en inferioridad numérica de manera irresponsable desde el minuto 29 del primer tiempo, dañando el planteamiento del partido y echando por la borda el primer triunfo tiburón en tierras gauchas, donde no ha podido ganar en las quince oportunidades que ha viajado al sur del continente.
La concentración y la cabeza fría son fundamentales para enfrentar los momentos claves de la competencia internacional, y Junior sigue fallando en estos ítems. Lo más doloroso es que no es un tema futbolístico, porque el talento grupal e individual se tiene; son errores puntuales en el que en las grandes citas el equipo falla, no importa que sean jugadores experimentados o jovenes, al equipo le sigue faltando aquello que llaman jerarquía, cualidad que se forma en los pequeños momentos pero que se debe manifestar en los grandes.
Sobre el plano futbolístico, Junior viene adoleciendo de varios males que han mermado la producción del equipo, especialmente de local y en lo que va de esta edición de la Copa Libertadores. Empecemos por los laterales, Piedrahita y Fuentes han perdido profundidad, ya no se ven esas escapadas donde se asociaban con los volantes externos para ganar la raya y generar peligro, y el equipo lo siente. Además en ocasiones del partido las bandas quedan desprotegidas, y el mediocampo se nota fragil, dando la sensación que se toma mal parado al equipo cuando se pierde el balón.
Siguiendo más adelante tenemos a un Victor Cantillo que en los últimos partidos se ha visto más impreciso que de costumbre, dificultando la transición entre defensa/ataque, esto es algo que especialmente quedó evidenciado en la noche bonaerense, en la que el equipo nunca pudo sostener el balón durante el partido.
Finalmente el ataque ha perdido contundencia, exagerando en el toque al momento de pisar el área rival. Se ha vuelto cancino que al pisar el área se quiera seguir enganchando o tocando la bola cuando existe una posibilidad de rematar al arco. Ya es preocupante que en los últimos cinco partidos sólo se ha podido convertir un gol, cuando Junior tenía el título de ser el equipo más goleador de Colombia.
¿Será que todos los halagos de la prensa y de la hinchada han dormido a los jugadores?, ¿será que falta trabajo entre semana?, estamos a tiempo de despertar y de dejar de creer que por ser el campeón de Colombia y subcampeón de la Sudamericana se va a ganar de camiseta en todas las plazas. Las rotaciones del 100% del equipo son una falta de humildad, más aún cuando hay jugadores como Matias Fernández que aún no rinden lo esperado. A Matías hay que darle partidos en todas las competencias para que siga acoplándose, ya que hasta ahora ha sido muy flojo su rendimiento para un jugador que llegó con su cartel y experiencia, y que no está para dar pases al costado como lo viene haciendo, sino para romper líneas y habilitar a sus compañeros para que conviertan goles.
Es momento de exigirle al equipo. No se moleste en las ruedas de prensa Sr Suarez, que la vara quedó alta y Ud. debe colocarla aún más arriba de lo que estaba. Recuerde que se le mantuvo el equipo, se le trajeron jugadores de talla, y se continuó un proceso en el que se espera se dé el tan anhelado paso adelante para ganar grandes cosas, no se deje llevar por los halagos, ni se conforme por ir invicto en el torneo local, este Junior puede dar mucho más de lo que ha mostrado hasta el momento, y este es un llamado tanto para Ud., como para la hinchada, hay que ser exigentes, porque cuando hay materia prima se esperan resultados, no seamos mediocres!.
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